martes, 2 de diciembre de 2014

Lesión crónica ligamento cruzado anterior. TWO


Hoy presentamos el caso de Estrella, una perrita de 6 años y poco más de 6 kilos con una lesión crónica en su rodilla derecha, concretamente en el ligamento cruzado anterior.

Nuestra amiga se presenta a consulta con cojera severa de extremidad posterior derecha. En el estudio radiológico se constata enfermedad degenerativa articular (por la cronicidad) e inestabilidad en movimiento de cajón anterior.







¿Qué es el movimiento de cajón anterior?

La rodilla es estable durante el movimiento gracias a una serie de estructuras ligamentosas. Una de ellas: el ligamento cruzado anterior la estabiliza durante la carga de peso evitando la translación tibial hacia adelante y limitando la rotación interna. Todo esto se explica mejor en imágenes

En este dibujo, dentro de la articulación pueden verse ambos ligamentos cruzados, el anterior se representa roto.

















En estas dos imágenes puede verse el movimiento de cajón indirecto (imita lo que ocurre durante la marcha), cuando el ligamento cruzado anterior se rompe, durante la carga, se produce el movimiento de translación. El paciente siente dolor e inestabilidad, y con el tiempo la articulación va degenerando y volviéndose artrósica.


Para resolver el problema generalmente se precisa de una intervención quirúrgica que devuelva la estabilidad a la rodilla. Existen muchas técnicas al alcance del cirujano, algunas más simples y otras más complejas. En nuestro caso optamos por realizar una osteotomía correctiva de la tibia que evite la tendencia natural a la inestabilidad durante la marcha, TWO es la abreviatura de Tibial Wedge Osteotomy (osteotomia tibial en cuña)


¿En qué consiste la TWO?

En condiciones naturales, existe un plano de inclinación (variable en cada individuo) de la superficie articular de la tibia (platillo tibial) con respecto al eje del hueso. Lo ilustramos con el caso de estrella:

Esa pendiente inclinada es lo que hace que durante la carga la tibia haga la translación hacia adelante y el fémur hacia atrás.

La TWO pretende ELIMINAR ESA PENDIENTE para que no haya translación. Para ello hay que calcular el plano de inclinación y posteriormente, en quirófano, quitar una cuña de hueso de esa medida exacta.





Los 25 grados de corrección contraindicaban otras técnicas resolutivas (no las enumeraremos todas en este post) a continuación algunas imágenes intraoperatorias:


En esta imagen puede verse el abordaje quirúrgico de la tibia y la cuña ya seccionada con arreglo a los cálculos previos.


Por supuesto no todo acaba aquí...ahora debemos unir los fragmentos de una manera estable. Seleccionamos los mejores implantes existentes, una placa bloqueada en forma de T y tornillos de bloqueo de 2,4mm.

Instantánea del momento de la colocación de uno de los tornillos proximales.

                                   La placa ya está fija reduciendo la osteotomía que creamos anteriormente.




Una vez colocados todos los implantes, cerramos por planos y comprobamos el resultado.






El resultado, más que satisfactorio. Desde el primer día, nuestra amiga vuelve a tener una rodilla funcional. Por desgracia, la artrosis continuará su curso, pero la calidad de vida de Estrella dará un giro radical, podrá volver a correr, saltar y jugar casi tan bien como antes de su lesión.



domingo, 16 de noviembre de 2014

Cachorro politraumatizado

Hoy os presento un caso extremo.



Este cachorro de 3 meses y 3,5 kilos de peso fue atropellado y padece múltiples fracturas. Fue estabilizado en su centro veterinario (en Valencia) y nos remiten su estudio radiológico.






 Presenta fractura diafisaria conminuta del fémur derecho, fractura ilíaca y ... por si fuera poco:





Fractura abierta de tibia izquierda. Sin duda todo un reto para un traumatólogo veterinario, pero más aun para un anestesista, pues los pacientes pediátricos siempre son de alto riesgo, más aun si han sufrido un politraumatismo.

Planteamos una resolución de todas sus fracturas en un mismo acto quirúrgico, colocando placas de osteosíntesis en fémur y pala ilíaca y una fijación externa tipo II en la fractura tibial abierta. Este es el resultado:





Las placas de osteosíntesis deben usarse con sumo cuidado en un paciente en plena fase de crecimiento como este, siempre deben evitar englobar a las lineas de crecimiento fisario. Del mismo modo, la fijación externa, aunque tiene caracter temporal (no permanecerá en el hueso más de 4 semanas) evita dichas lineas para dejar crecer los huesos de este amigo.



Tan sólo 48 horas después, nuestro pequeño ya es capaz de caminar.


sábado, 1 de noviembre de 2014

Fractura acetabular de cadera: ¿Qué hacer?


Nos remiten a consulta el caso de Patsi, una perra de raza cocker y de 7 años de edad.


Dos días atrás sufrió una grave caída desde una altura de 3 metros. Desde entonces presenta una cojera sin apoyo de su extremidad posterior derecha.

En el estudio radiológico se diagnosticó la que sin duda es la fractura más grave que puede afectar a la cadera: Fractura Acetabular. El acetábulo es la parte cóncava de la articulación que acopla directamente con la cabeza del fémur. Ambas superficies permanecen unidas por dos estructuras: el ligamento redondo y la capsula articular que las recubre.




http://www.garikhaus.com/images/cadera.jpg



¿Qué hacer?:

Al tratarse de una fractura articular, debe ser intervenida quirúrgicamente. Además con esta intervención, debe conseguirse un resultado lo más anatómico posible. Cualquier defecto o imperfección hará que la articulación sea dolorosa el resto de la vida del paciente.

Planteamos una resolución abierta empleando una placa de reconstrucción, que puede ser moldeada de manera sencilla para adaptarse a una superficie curva como la que nos ocupa.


Para acceder al foco de fractura (rodeado de grupos musculares muy importantes), se hace necesario un abordaje muy agresivo que consiste en la osteotomía del trocanter mayor del fémur, de este modo reclinamos los músculos glúteos y llegamos a la ceja acetabular fracturada.

 


Una vez reducida y alineada la fractura, los fragmentos han de fijarse temporalmente (en nuestro caso empleamos una aguja posicional) y posteriormente han de comprimirse entre si con la placa y los tornillos



Finalmente, el trocánter mayor del fémur se resitúa en su posición original y se fija con agujas y una banda de tensión. El resultado radiológico confirma una resolución anatómica.









Una vez intervenida, Patsi es capaz de emplear su extremidad. Aquí viene la parte más complicada, mantenerla en reposo durante al menos 8 semanas. El uso prematuro del miembro afectado es deseable, pero siempre debe hacerse bajo control del propietario para evitar fatigar los implantes (saltos, carreras, frenadas...) antes de la correcta consolidación.